Objetos que son más que eso . . .

Jueves 30/mayo/2013

Estoy realmente cansada y como si algo dentro mío se hubiese desinflado. Ahora que lo pienso es casi OBVIO que fue por el desprendimiento de energía que sentí hoy en esta nueva clase de ESTRATEGIAS.

Todo partió la semana pasada (Porciácate, ya lo conté en la entrada pasada) y todos esperábamos que esta nueva actividad fuese también conmovedora. En el almuerzo se escuchaba: “¿Preparados para llorar chiquillos jejeje?” o “No! Otra vez me harán llorar”. Claro que detrás de esas palabras un toque de nerviosismo yo creo que había. En mi caso, lo había, más que eso tenía incertidumbre y un poco de miedo: TANTAS COSAS EN MI CABEZA que al final no se que miércale diría. Decidí dejárselo al momento, ya que poco quedaba para que presentara mi “amuleto”.

Entramos a la sala, la que al igual que la clase pasada, tenía las sillas en la pared y dejaba  un gran rectángulo en el medio de ella. Allí, posteriormente estaríamos “soltando” nuestras emociones. Pero antes de eso, nos tomaron fotos, JURO que me sentía como una estrella de cine jajajaja. Tanta fotografía y cámaras que nos fotografiaban con nuestros objetos  para retratar el momento. Mi objeto especial fue mi cadenita, siempre la llevo conmigo y fue dada por una pequeñita bastante especial. La medallita tiene a la VIRGEN DE LOS RAYOS. La verdad es que fue lo primero que saqué en la mañana y que encontré que algún sentido tenía, por algo siempre la llevo conmigo y cuando no está me siento como vacía. En realidad, no es de mi gusto darle mucha importancia a las cosas materiales, ni me interesa tener un amuleto, tan solo pienso que las cosas tienen importancia porque nosotros se las damos y si nosotros se las damos está en nuestro interior, por lo tanto lo llevaremos siempre y lo que nos recuerda lo sacamos a flote en  momentos especiales.

El momento de las emociones: 

el profesor procede a juntarnos a los que teníamos objetos en un círculo y a nuestros demás compañeros detrás y designa a la primera persona que debía salir a relatarnos la historia detrás de ese objeto. Así fuimos cada uno exponiendo y conectándonos con nuestros recuerdos y sentimientos más profundos, dejando salida a lágrimas de dolor y de sonrisa que muchas veces tocaron a nuestros compañeros que escuchaban respetuosamente y que, al fin y al cabo se conectaron con nosotros haciéndonos una familia. Una familia en la que hay confianza, cariño y comprensión, cualidades que personalmente hicieron el ambiente adecuado para que pudiera liberar la bomba de sentimientos que llevaba por dentro. Literalmente fui un mar de lagrimas! Que empezó a bañar a algunos otros, haciendo que este mar creciera cada vez más. Tenía Confusiones en mi cabeza al 100%, pero talgo me calmaba: NO ESTABA SOLA, a pesar del miedo y cansancio pude levantarme y también levantar a otros que también lo necesitaban. Agradezco milquinientascincuenta veces la actividad, pero sobretodo a mis compañeros LOS MEJORES! 

                                      

En la foto : La nati lich... Ella fue la acreedora de mi objeto