
En una primera instancia nos separamos en 2 grupos, uno se
quedaría en BRIGIDA (nombre de la sala en la que siempre estamos) y otro se
iría a trabajar con sus máscaras a afuera.
El grupo de “adentro de la sala” fue dividido en 2 más y nos
quedamos con la profe, Nos sentamos en
el suelo y empezó el Movimiento improvisado!
Con una música contagiante salieron una pareja de cada grupo y la instrucción
era muy simple: muévanse, sientan y
expresen! El ambiente de vergüenza se sentía en toda la sala, pero a medida que
fuimos saliendo más al centro, la cosa fue cambiando. La idea era que salieran
parejas periódicamente y que tocaran a la pareja anterior, para que ésta se
volviera a mover ( ya que al término de su “baile” debían quedar en UN DOS TRES
MOMIA ES! Hasta que otro lo tocara y pudieran unirse) y así nos fuimos soltando
y soltando. Yo salí con mi compañerita camila , entramos de una manera peculiar: RODANDO POR EL PISO. Al final, cuando todos
habíamos salidos, nos juntábamos y hacíamos la “máquina”, llamada así por la
profesora, ya que estábamos todos muy juntitos, haciendo movimientos en la
misma dirección y luego ruidos logrando una conexión muy linda. Era emocionante
ver como todos dejábamos salir nuestras presiones agitándonos!

tenía toques de música folclórica.
Como dije
arriba, me encantó la experiencia, y estoy considerando seriamente considerarlo
como terapia personal y como futura intervención cuando sea una T.O
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