Los sonidos y la música son aquellos compañeros que me han acompañado durante la vida. Ellos forman parte de nuestra historia, nuestra identidad. Solo basta con escuchar la
naturaleza y verás que está llena de distintos tonos armónicos, el ruido del
agua, los cantos de los pájaros, el sonar de los vientos, etc. A veces me pongo a pensar en la
impresionante la cantidad de melodías que pueden existir!, y me pregunto: ¿Será
que en algún momento no haya más melodías por inventar? Pero ahora que lo pienso que si es una manera
de expresar, sería algo de nunca acabar, ya que cada expresión es única, única
como cada uno de nosotros.
- Jueves 18 de abril :
- Para la clase de ese día la profesora había solicitado que lleváramos instrumentos musicales. Yo contenta lleve mi CHARANGO. El charango lo comencé a tocar por en segundo medio, por ahí, y me llamó la atención por su sonido tan bonito y porque me encanta la música folclórica mis padres siempre me la inculcaron. Lamentablemente hace mucho que no lo toco, la nada misma, creo que me hace falta un grupo con quienes tocar… con quienes compartir la música, de tal manera que nos sirva como instancia de comunicación y de participación social, algo que nos llene el alma. Aquel día la profe nos hizo dejar los instrumentos en el centro de la sala y no hizo ubicarnos alrededor de ellos. Podía ver armónicas, flautas, guitarras, claves, congas, un violín, entre otros más, y luego nos dijo que tomáramos un instrumento de allí que no fuera el nuestro. Yo caminé hacia el centro y tomé un estuche pequeñito que me llamó la atención, dentro de él había una pequeña flauta, muy re-tierna! Mi primer pensamiento fue : NOOOOOOO! , ya que la flauta nunca pude tocar y cuando pequeña la evitaba siempre en las clases de música jajaja. Pero bueno, POR ALGO ME TOCÓ, me dije para mis adentros. Pucha la verdad, me estresó igual, mis dedos SE MUEVEN POR SI SOLOS! Sin embargo me gustó ese sonido agudo especial, un sonido agudo como el de mi charango, claro una flauta pequeñita y una “guitarra chiquitita” (como una vez una niñita llamó a mi charango jaja).
- En fin , nos juntamos todos los “vientos” y debíamos crear algo armonioso. UYYY que nos costó jajaja, el resultado: UN BUEN COMIENZO, PERO CON UN PÉSIMO FINAL LLENO DE RISAS jajaja. Fue una linda instancia para compartir entre nosotros y de escuchar lo que cada grupo había creado. Lo lindo del trabajo para crear música es que cada uno puede expresar lo que siente con tan solo tocar el instrumento, (como vimos en una actividad anterior a esta donde para cada color puesto debíamos tocar según como lo sintiéramos) creando un producto compartido que lleva emociones y pensamientos individuales transformadas en sonidos, en donde las palabras no siempre son necesarias y que a muchos han servido como elemento “liberador y rehabilitador”.Quisiera dejarles la canción, de uno de mis grupos favoritos, con la que hoy me inspiro para escribir este documento :D :
A la caza del Ñandú - Inti-illimani :
No hay comentarios:
Publicar un comentario